Wednesday, September 19, 2007

El Ávila.... Desde el baño


La empresa para la que trabajo tiene dos oficinas. Todas las ventanas de la principal tienen una espectacular vista al Ávila, lo cual es un deleite.

Pero en la que yo estoy esa vista sólo es posible desde un solo lugar: el baño. Así como lo leen. No sé si fue ex-profeso, para brindarle al usuario algo en qué ocuparse mientras satisface las demandas corporales, en caso de que se le olvidara llevarse la revista o los crucigramas, o lo que es peor, los anteojos para poder leer lo que se hubiera llevado, o si simplemente fue un asunto de mal diseño.

La verdad prefiero pensar que fue por la primera razón, pues no creo que exista un arquitecto capaz de desperdiciar una vista como esa, aunque, en descargo del diseñador, debo decir que por lo menos tuvo la brillantez de colocar un ventanal en el lugar para que las personas pudieran dedicarse a la contemplación de ese regalo de la naturaleza sentadas en la poceta, lo cual resulta altamente positivo por un lado, pero por el otro, esta singular actividad puede afectar la productividad de la empresa, pues mirando la belleza de nuestro cerro capitalino, con sus juegos de sombras, las tonalidades de verde, la vista del Humbolt y toda la magia y la maravilla que hay en él, se puede uno olvidar de que no está en un trono y que afuera, además de gente esperando para entrar al baño, hay un montón de tareas que esperan ser terminadas.

Lo cierto del caso, es que la vista desde el baño, que además está ubicado en el piso 8, es algo especial, difícil de describir. Es una fortuna poder disfrutar la vista del cerro a diferentes horas del día, con diferentes climas: tremendamente brillante en días soleados, misterioso y atractivo cuando amenaza un aguacero, relajante durante el ocaso; simplemente magnífico, aunque esto solo sea posible desde el baño...

Me disculpo por ahora... Tengo que ir al baño.

Thursday, September 13, 2007

Ay con estos cabellos!!!

La verdad es que es malo cuando hay una parte de nuestro cuerpo que no aceptamos y casi que daríamos todo lo que tenemos por cambiarnos, razón por la cual los cirujanos plásticos están haciendo de las suyas: lipoesculturas, mamoplastías (pa' más grandes) con todas las comodidades de pago, desde subsidiadas hasta pagos por cuotas, botox, endermology, y pare usted de contar. Tal es la fiebre por convertirnos en quienes no somos, que hasta las niñas cuando van a cumplir 15 años ya no piden su crucero de quinceañeras ni una rumba a todo dar, que va, eso ya no está de moda, lo que quieren es una visita al quirófano, del cual salen esponjadas, literal y metafóricamente; algunas haciendo verdaderos ejercicios de malabarismos para no irse de boca...

Pero en esta ocasión la reflexión inicial viene a cuento no por las lolas sino por los pelos, (aunque debería decir mejor los cabellos, no vaya a malinterpretarse mi comentario). Me refiero a esas chicas hijas de negro con blanca o de blanca con negro (espero que los africanistas que están de moda no me vayan a vetar por decirle negros a los afrodescendientes (habrase visto vaina tan ridícula), que vienen al mundo con el cabello que ni es chicha ni liso, pero que generalmente va más a lo chicha que a lo liso. Y mucho más específicamente me refiero a las chicas provenientes de Centroamérica, cuyas características coinciden con las antes mencionadas.

En días pasados estuve participando como cofacilitadora en un taller dirigido a la fuerza de ventas de una empresa con sede en esa región caribeña. De aproximadamente las 30 mujeres que habían allí sólo 5 o 6 tenían el cabello liso, lo cual permite deducir que entre las características físicas de las mujeres de ese país está la del pelo ni fu ni fa.

Llamó mi atención que el resto de las chicas tenían el cabello desrizado, todas con largas cabelleras que de vez en cuando batían al lado de un caballero, pero que no se movía ni que le hubieran puesto un ventilador industrial al lado.

Le comento la cosa a mi compañera facilitadora y me dice que en el país en cuestión hay más salones (así les dicen a las peluquerías) que supermercados. Que ninguna mujer que se precie puede andar por la vida mostrando su cabello enrollado, ni siquiera cuando están enfermas, nada que ver, hay que ir al salón a tratar de estirárselo lo más que se pueda y darle una naturalidad que es difícil de hallar.


Yo no critico ninguna de esas cosas, porque cada quien hace de su vida un florero y le pone la flor que más le gusta. Lo que me parece tan raro es que casi todo el componente femenino de un país rechace una característica física que corresponde a su biotipo y en cambote acaban con cuanto nuevo producto de tratamiento para el cabello hay en el mercado y acuden en tropel a los salones para remediar ese error de la naturaleza.

Tal vez todo el asunto se deba solo a una epidemia de coquetería femenina!!...

Nota: Aclaro que mi post no tiene ningún viso discriminatorio ni de burla (por si acaso no me vayan a acusar como hicieron con Laureano y su famosa carta).

Friday, September 07, 2007

De nuevo por aquí!!!

Uf!!! No me había dado cuenta del tiempo que hacía que no escribía en el blog, aunque en ningún momento dejé de leer los de otros, como Otto, Dímelo Cantando, Chicha y Rigoberta, Marlon el Polaco, EL Blog de la Negra, y algunos otro que se me escapan de la memoria en este momento, a quienes pido disculpas por haberme ausentado sin participación alguna.

Han habido cambios importantes en mi vida por estos días, entre ellos puedo mencionar que ya no trabajo en el mismo lugar que Otto, con cuya complicidad entré a la blogósfera venezolana y cuya habilidad para la palabra he podido apreciar y valorar a lo largo de todo este tiempo. Tal vez él no lo sabe (confieso que nunca se lo he dicho), pero le tengo mucho cariño y respeto como persona y como profesional, por lo que espero que no perdamos el contacto.

En la empresa en la que estoy ahora hago cosas similares a las del anterior trabajo, pero también realizo actividades novedosas para mí y que implican retos profesionales. Además, tendré oportunidad de viajar por toda Venezuela y el área del Caribe, así que tendré que tener la maleta siempre lista.

Otro gran cambio es que me mudé a un apartamento nuevo, de paquete, tan nuevo que ni siquiera nos han instalado el gas y no es por falta de solicitud, sino por la prontitud en el servicio de ya saben qué organismo.

Después de tanto corre corre es rico estar en casita, con el olor a recién pintado, con la cocina de mis sueños hecha realidad (aunque use una hornilla eléctrica portátil), respirando aire puro de la montaña, con todo arregladito y cuidadito, como todas las cosas nuevas. Ya veremos si logro mantener todo ese orden de aquí a un año...

Todo eso es muy rico, lo único que no es rico es que no tenemos acceso a televisión por cable ni a Directv (hasta que tengamos Junta de Condominio y aprueben una antena comunitaria) y saber que el único canal disponible es Venezolana de Televisión!! Se imaginan la arrech.... ¡Cómo extraño The History Channel, Discovery, C.S.I y todos mis programas favoritos! Espero que pronto podamos resolver este rollo, porque la verdad es que vivir sin tele es una dura experiencia.

Como cada dificultad implica una oportunidad, he suplido la falta de tele con jornadas intensivas de lectura y de películas, aprovechando que en la empresa hay una enorme biblioteca muy actualizada y como 120 pélículas originales que apoyan las actividades didácticas que realizamos. No hay mal que por bien no venga!!!!

Es tal la fiebre con la lectura, que nos es ólo a la hora de dormir que tomo un libro, sino que hasta de pie en el metro me las ingenio para leer, mientras estoy en la cola de la cota mil y en cuanto ratico tengo disponible.

Así son las cosas! como dice Oscar Yánez.